Emergencia en el Báltico: ¡No hay pescadores del futuro sin peces en el futuro!
Reconstruir la biomasa, reformar los dictámenes científicos: el alarmante estado de las pesquerías del Mar Báltico exige medidas correctoras urgentes para sostener tanto a las pesquerías como a los pescadores.
Análisis y propuestas conexas de los Pescadores de Bajo Impacto de Europa para hacer frente a la emergencia del Báltico
El 23 de julio de 2024 se cumplirán cinco años desde que se adoptaron medidas de emergencia para cerrar la pesquería de bacalao. introducido por la Comisión Europea para salvar a la alicaída población de bacalao del Báltico oriental de un colapso inminente.
El entonces Comisario Europeo, Karmenu Vella, declaró:
"El impacto del colapso de esta población de bacalao sería catastrófico para el sustento de muchos pescadores y comunidades costeras de todo el Mar Báltico. Debemos actuar urgentemente para reconstituir la población, en interés tanto de los peces como de los pescadores. Esto significa responder rápidamente a una amenaza inmediata con las medidas de emergencia que está adoptando la Comisión. Pero también significa gestionar adecuadamente la población -y el hábitat en el que vive- a largo plazo".
Los últimos cinco años han demostrado que la veda de emergencia no ha sido eficaz para restaurar las poblaciones de bacalao, y sigue sin vislumbrarse un cambio positivo para el sector pesquero. Más bien, el cierre temporal se ha convertido en permanente, mientras que no se han aplicado medidas de gestión adicionales ni se ha debatido o aplicado un plan de recuperación del bacalao.
Las consecuencias socioeconómicas de esta parálisis de la UE son graves y de gran alcance, especialmente para las comunidades pesqueras a pequeña escala, cuyas flotas comprenden más de 90% de la flota pesquera báltica de la UE y proporcionan más de 60% de los puestos de trabajo en la pesca.
El Plan de Gestión Plurianual del Báltico (2016/1139) fue el primer PAM adoptado por la UE en 2016 tras la reforma de 2013 de la Política Pesquera Común, que entró en vigor a principios de 2014. Aunque LIFE estaba a favor de que se estableciera un PAM, con la expectativa de que la pesquería se gestionara eficazmente, está claro que el PAM del Báltico no ha logrado ninguno de sus objetivos debido a sus deficiencias.
"Debemos actuar urgentemente para reconstituir la población"
Tenemos que reconstituir las poblaciones y devolver los peces al mar para fomentar un ecosistema funcional. Esto significa restablecer la biomasa de las poblaciones a niveles saludables, por encima de los valores umbral, a lo largo de varios años. También exige que las poblaciones se encuentren en condiciones satisfactorias de reproducción, que el reclutamiento se sitúe dentro de los límites de la media a largo plazo, que los niveles de mortalidad contribuyan al crecimiento de las poblaciones y que la productividad futura no se vea perjudicada.
Las poblaciones degradadas también provocan distorsiones. En ausencia de grandes bacalaos, las poblaciones de solla han aumentado hasta alcanzar niveles récord. La depredación del espadín y el arenque también ha disminuido, lo que permite su captura con una mayor tasa de mortalidad por pesca. Mientras tanto, todos los bacalaos pequeños no crecen y están en malas condiciones, hambrientos e infestados de parásitos.
La última evaluación muestra que, a pesar de la insignificante presión de la pesca dirigida, el estado del bacalao del Báltico sigue deteriorándose, y nunca ha habido tan pocos bacalaos grandes como en la actualidad. La recuperación de las poblaciones de bacalao no será posible con unos niveles de mortalidad natural tan elevados. Un punto de partida inmediato es la relación depredador/presa. Las focas y los cormoranes son depredadores voraces con poblaciones en aumento. Además, la disponibilidad de arenque y espadín es baja y debe aumentarse; ambas poblaciones están marcadas por una baja productividad y la presión pesquera ha sido demasiado alta, con poblaciones alarmantemente cercanas al umbral mínimo de biomasa, lo que las hace muy vulnerables. Reducir la depredación y aumentar la disponibilidad de presas probablemente reduciría la mortalidad natural.
Dos cambios inmediatos de enfoque son necesarios y están justificados: hay que priorizar el crecimiento de la biomasa y mejorar la forma de proporcionar asesoramiento científico.
Desde la década de 1970 hemos perdido 50% de la biomasa de peces en el Báltico y, desde 2013, cuando la UE reformó su política pesquera prometiendo una nueva era con poblaciones de peces sanas, las poblaciones han disminuido en unas 800.000 toneladas y las capturas en 130.000 toneladas, 40% de las cuales se deben a la veda del bacalao.
Para invertir este declive de la biomasa, es necesaria una reforma concreta del proceso de asesoramiento científico: a saber, aplicar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) de otra manera. TPara ello es necesario determinar los niveles de biomasa de las poblaciones explotadas que pueden garantizar el RMS (BMSY). A falta de estimaciones directas, conviene utilizar valores más cautelares como aproximaciones, como 2 x Bpa, y reducir los niveles de pesca para reconstituir las poblaciones. Esto permitiría unos rendimientos más estables con un menor esfuerzo pesquero, una mayor resistencia de las poblaciones y un mejor acceso a las pesquerías costeras de bajo impacto.
Es inadecuado capturar poblaciones de peces, en particular especies presa de nivel trófico inferior como el arenque y el espadín, sin tener en cuenta las necesidades del bacalao y otros depredadores que dependen de su disponibilidad. Los pescadores costeros de bajo impacto llevan muchos años planteando demandas claras: es necesario reducir las cuotas de arenque y espadín y restringir las pesquerías de arrastre demersal y pelágico.
Por último, es clave aplicar el artículo 17 y asignar las posibilidades de pesca a quienes operan de forma poco impactante, proporcionando un producto de alta calidad para el consumo humano y favoreciendo el empleo para revitalizar las comunidades costeras.
El statu quo no es una opción. Es necesario actuar con urgencia, en primer lugar, y sobre todo, con un enfoque integral. reforma de la ciencia y de la forma en que se utiliza para asesorar sobre la gestión. En la actualidad, la ciencia y la forma en que se aplica erróneamente son parte del problema, no la solución. A continuación necesita urgentemente una revisión del PAM del Báltico, que incluya un plan de recuperación del bacalao, basado en un enfoque revisado del RMS y en consideraciones ecosistémicas.